Del otro lado

Cuando llueve, en ciertas colonias de la ciudad de México tales como Santa María la Ribera, se forman amplios charcos en la calzada, que presenta muchos baches y desnivelaciones. En los alrededores de los mercados o en las zonas en obras, para limpiar al empezar o al terminar la jornada se suele echar mucha agua al suelo. Después de la toma de vista, di la vuelta a estas fotografías de la superficie del agua, a fin de que la imagen reflejada se encuentre en el sentido correcto de lectura. El reflejo presenta un fragmento de la ciudad recortado por la forma del charco que lo delimita. Las partes periféricas, el suelo y los elementos al suelo, se perciben al revés y no se entiende bien el espacio y la construcción de la imagen. El título evoca la presentación al revés, una percepción como a través del espejo, pero también el hecho de encontrarse "del otro lado del charco", de no entender bien la lógica local, y de buscar un nuevo sentido de lectura del entorno. Esta serie trata también de la relación muy peculiar que tiene la ciudad con el agua : Tenochtitlán era un lugar fluvial, muy irrigado, como lo es todavía al sur en Xochimilco. Se dice que cuando fue colonizada, los españoles taparon todos los canales donde circulaba el agua, para que la ciudad sea "seca, como España". El relato de este hecho histórico y su dimensión absurda se convirtió para mí en una explicación de lo que pude observar ahí: los chilangos derraman mucha agua en las calles, como si fueran compensando la pérdida de un estado original.